Al respecto soy partidario de cambiar esta vetusta y añeja manera de gobierno de 3 poderes autónomos que tanto daño hace, ahora, por cuanto ya no funciona en nuestro tiempo. El sistema actual es, monárquico, feudal, virreinal. YA NO SIRVE.
El Proyecto: ¡Ahí, está el Tesoro escondido, en los pobres y míseros!
Por estas y más poderosas razones, la Política que presento es, NUEVA en su FORMA, NUEVA en su EXPRESIÓN y NUEVA en su ARDOR; al impulso del llamado que hizo s. Juan Pablo II para, una Nueva Evangelización, en una invitación a encontrar y suscitar nuevos métodos, nuevas expresiones y nuevo fervor de los apóstoles. «Hoy se ha de afrontar con valentía una situación que cada vez es más variada y comprometida, en el contexto de la globalización y de la nueva y cambiante situación de pueblos y culturas que la caracteriza. He repetido muchas veces en estos años la «llamada» a la nueva evangelización. La reitero ahora, sobre todo para indicar que hace falta reavivar en nosotros el impulso de los orígenes, dejándonos impregnar por el ardor de la predicación apostólica después de Pentecostés. Hemos de revivir en nosotros el sentimiento apremiante de Pablo, que exclamaba: «¡ay de mí si no predicara el Evangelio!» (1 Co 9,16).
Esta pasión suscitará en la Iglesia una nueva acción misionera, que no podrá ser delegada a unos pocos «especialistas», sino que acabará por implicar la responsabilidad de todos los miembros del Pueblo de Dios. Quien ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí, debe anunciarlo. Es necesario un nuevo impulso apostólico que sea vivido, como compromiso cotidiano de las comunidades y de los grupos cristianos. Quizás es sólo el comienzo, un icono apenas esbozado del futuro que el Espíritu de Dios nos prepara». (NMI 40).
Y, este llamado no es solamente para una acción nueva eclesiál, es para todo el pueblo, incluyendo la política, por eso ¡No será más de lo mismo! Tendrá un solo objetico: Destruir,
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